Felipe Murillo

Mi primer contacto como estudiante internacional lo tuve en Australia en 2012. En 2011, en medio de mi carrera como ingeniero y con el apoyo de mi familia, viajé a Sídney para un viaje que iba a ser inicialmente de 6 meses y que finalmente se convirtió en 1 año. Como la mayoría de los latinos, escogí este destino porque permite trabajar mientras se estudia inglés. Además, es uno de los destinos más populares y recomendados entre los estudiantes internacionales porque, en resumen, Australia es un lugar lejano, incluso recóndito, famoso por sus playas, calidad de vida, paisajes maravillosos, seguridad, buen clima y un gran número de estudiantes internacionales; es decir, es un paraíso. Se los recomiendo mucho para estudiar y visitar.

Mi viaje a Australia cambió mi vida más de lo que esperaba. Además de conocer gente, lugares y culturas y de tener experiencias que nunca pensé vivir, descubrí que promover este tipo de experiencia era mi vocación. Después de mi viaje a Australia, volví a Colombia. En 2013, mientras terminaba las materias de mi universidad, empecé a trabajar en una de las agencias más grandes y reconocidas de educación en el exterior en Colombia. Ahí descubrí la satisfacción y la sensación del deber cumplido al ver la cara de felicidad y nerviosismo de los clientes al recibir sus visas: felicidad por la luz verde para poder viajar y nerviosismo por la incertidumbre que causa dejar la rutina y zona de confort para enfrentarse a una sociedad diferente en otro país. Al poco tiempo —pues cuando uno hace lo que le gusta, los resultados se ven— fui promovido a director. En este nuevo puesto, mi responsabilidad era asegurar que se les proporcionara información veraz a nuestros estudiantes y garantizar su satisfacción antes y durante su viaje. En un momento, tuve a mi cargo la totalidad de consejeros de la compañía. Ayudé directamente a cientos de estudiantes y, de manera indirecta, a miles durante mi tiempo en la agencia.

Duré aproximadamente 5 años, durante los cuales ganamos varios premios con la agencia y crecimos. Pero llegó un momento en que quería un cambio, quería seguir creciendo. Para esto, decidí casarme y hacer un posgrado en el exterior junto con mi nueva esposa. Yo le llamo “la luna de miel”. Después de una ardua investigación y usando mi conocimiento como asesor de estudios, los dos países opcionados fueron el Reino Unido y Canadá. Al final, decidí que Canadá sería el destino, por dos razones principales: la relación precio-beneficio, pues mi idea no era quedarme a vivir sino volver a Colombia y buscar trabajo. Si invertía demasiado en mi educación, el retorno de la inversión iba a ser bajo o nulo. La segunda razón fue el permiso de trabajo post-graduación (PGWP) y el permiso de trabajo para la pareja. La mayoría de los estudiantes internacionales que cursan estudios superiores en Canadá pueden trabajar medio tiempo y su pareja a tiempo completo.

Mi cronograma resumido en Canadá fue el siguiente:

Noviembre 2018: Llegamos a Canadá. Yo vine con un curso de inglés porque mi IELTS no alcanzó para entrar directamente al college donde decidí estudiar.

Enero 2019: Empecé mis estudios en Marketing y fui contratado part-time en el departamento de admisiones de uno de los grupos educativos más reconocidos en Canadá. Mi esposa encontró trabajo a tiempo completo en un restaurante.

Diciembre 2019: Terminé mi programa de estudios y en el lugar donde trabajaba me ofrecieron un puesto a tiempo completo.

Enero 2020: Apliqué a mi PGWP y comenzó la pandemia. Menos mal, en mi trabajo me necesitaban, pues había muchos estudiantes con ganas de venir a Canadá. Una gran ventaja fue que los aeropuertos nunca cerraron totalmente y pude seguir trabajando ayudando a estudiantes a venir.

Noviembre 2020: Nos invitan a aplicar para la residencia por Canadian Experience Class del Express Entry, junto con mi esposa.

Enero 2021: Aplicamos a la residencia y mi esposa comienza un curso en Construcción.

Junio 2022: Obtuvimos nuestra residencia.

Siempre he querido formar mi propia empresa; creo que es la mejor manera de aportar valor a la sociedad. En 2023 decidí dar el salto y empezar con Marco Polo Education. A través de la empresa, mi equipo y yo aplicamos años de conocimientos y experiencias para ayudar a otros latinos a lograr sus metas en Canadá a través de la educación, todo esto sin costos de administración ni de consultoría. En Marco Polo, nuestros clientes encontrarán una empresa seria y empática que solo hace convenios con escuelas, colleges y universidades de alta calidad y acompaña a los estudiantes durante todo el proceso de principio a fin, ayudándoles de una manera transparente a superar los miedos que enfrentan al tomar la decisión de estudiar en un nuevo país como Canadá.

Este camino nos ha mostrado el poder de la educación para abrir puertas y cambiar vidas. Con Marco Polo Education, ponemos nuestra experiencia al servicio de estudiantes que, como nosotros, buscan en Canadá una oportunidad de crecimiento académico y profesional. Sabemos que el proceso puede ser complejo y desafiante, y por eso nuestro compromiso es guiarlos con transparencia y profesionalismo en cada paso.

A quienes eligen dar este salto, les ofrecemos un apoyo confiable y un acompañamiento real, basado en años de experiencia y en el entendimiento profundo de lo que significa estudiar en un nuevo país. En Marco Polo Education, estamos aquí para que su camino hacia el éxito en Canadá sea claro, seguro y lleno de oportunidades.